Menudo invento esto del Home Office!. Desde hace muchos años yo deseaba un trabajo que pudiera hacer desde casa, sobretodo en aquellos años en los que me tocó vivir en ciudades de gran tamaño donde las distancias eran muy grandes, el tráfico inaguantable y mis hijos unos bebes.
Me imaginaba como me gustaría que fuera mi día a día, me levanto temprano, me aseo y me visto, me tomo un té, hago una clase de yoga por internet, me siento en mi maravillosa mesa con mucha luz natural y otro te. Lo tengo todo organizadísimo y no pierdo nada de tiempo y cuando se termina mi hora de trabajo, salgo de casa a pasear, comprar o al parque con mis hijos.
Y por fin llegó ese día añorado del Home Office, entonces me levanto por la mañana, pero no pasa nada de lo anterior! No he trabajado más horas en mi vida!
Ahora me doy cuenta de que esto no es perfecto y que tiene sus pros y sus contras.
Las ventajas son muchas, no digo que no. Nunca pierdes el autobús o el metro, si vas en tu propio transporte te ahorras atascos, combustible y tiempo, no tienes que compartir el baño, no tienes al lado al que pone música porque le relaja pero solo a èl, y puedes trabajar con las zapatillas de andar por casa! De vez en cuando te puedes sentar en el sofá y si se te olvidó compra algo, vas sin dar explicaciones a nadie (espero que esto no lo lea nunca mi jefe). Pero al final del día, te das cuenta de que echas de menos muchas cosas.
Y ahora es cuando vienen las desventajas, porque las hay y son unas cuantas. Empiezas a trabajar a primera hora de la mañana, por lo menos los que como yo, tenemos que fichar, y de repente empiezan a aparecer un sin fin de reuniones por videoconferencia, pero, por qué? Que pasa con mi clase de yoga y con mi té? Pues nada, no hay remedio.
Por mi pantalla pasa toda la empresa, a todos les encanta esto de la videoconferencia. Al principio se veían las casas de todos, que desastre! Unos en la cocina, otros en la terraza, el de la habitación de la niña con casa de muñecas incluida y yo girando la mesa (y el cuello) para que solo se viera una pared blanca! Pero luego apareció el enterado de siempre y descubrió que había fondos para que nadie viera tu casa y de repente todos vivían en una mansión, menos yo que sigo con la pared blanca! Como todos están en casa y nadie tiene que irse, las reuniones son interminables!. No hay prisa!
Luego está la proliferación de los archivos y reportes, esto es muy de jefes que no se fían de que la gente esté trabajando lo que tiene que trabajar, y con razón, con tanta videoconferencia! Y entre una cosa y la otra ,se pasan las horas y cuando te quieres dar cuenta es de noche y ni paseo, ni compras, ni parque! Cena, serie y para la cama. Llega el viernes y no has salido ni un día de tu casa!
Por otro lado se han multiplicado los grupos de Whatsapp y los correos, yo ya tengo cinco grupos de Whatsapp y no paran, hasta por la noche y los correos! Al principio yo veía correos que se mandaban a las once, doce de la noche y hasta las 2 de la mañana, por qué? Que agobio, a las nueve de la mañana te dabas cuenta de que no habías respondido al de las once de la noche y además era importante! Pero a quien se le ocurre mandar este correo por la noche? Luego ya se fueron relajando, ya todos sabíamos que nadie trabaja hasta esas horas!
Y por supuesto está el tema de no socializar, porque mucha videoconferencia, pero no es lo mismo que el cara a cara! Esos momentos de voy a ver a mi colega del departamento de al lado y nos reímos un rato y ya de la que vuelvo hablo con unos y otros que voy encontrando por el pasillo. Eso sí, con los de casa socializas que no veas, el silencio no existe, y las tareas del colegio, interminables, estoy volviendo a hacer la primaria, la cantidad de cosas que habíamos aprendido no sé para qué!
Ya lo último es la casa, que además de caérsete encima, nunca la acabas de ver bien, y ya que estás, entre reunión y reunión vas ordenando un cajón, limpiando la encimera de la cocina o poniendo la comida y claro esto es un no parar, nunca tienes esa sensación que tenías antes de, ya acabé, apago y me voy!!
Tengo ganas de volver a la oficina para echar de menos el Home Office!